Ambientación

-Finalmente, decir que me congratula darles la bienvenida en este nuevo curso 2013-2014 y que espero que este transcurra lleno de éxitos, mas sin sobresaltos, para todos nosotros.-decía moderadamente sonriente el rector, Julian Crampton, como conclusión a su discurso de bienvenida a los estudiantes, habida cuenta de que la mayoría no estaba prestándole ni un quinto de la atención que sus cuatro hijas estaban consiguiendo pese a estar integradas con la masa de jóvenes.
Mientras recuperaba su asiento, echó un rápido vistazo al panorama: los veteranos se entretenían contándose sus hazañas veraniegas, apegados padres trataban de hacer frente al fin de estas con la madurez y buen talante esperados y los novatos miraban a todas partes con los ojos de quienes todo lo admiraban, ojos de niños, al fin y al cabo, por primera vez sometidos a la presión de enfrentarse al mundo real.
Profesores se sucedieron sobre el estrado explicando la materia a tratar en sus clases, se puso clausura l evento y el campus se llenó rápidamente de bullente actividad. Despedidas, reencuentros, pullas, cajas llenas de objetos personales y cuantiosas representantes de diferentes hermandades cantando las maravillas de sus respectivas residencias a través de puestos, espectáculos y números que rozaban lo circense o ridículo; ignorando deliberadamente mencionar normas que ya se daban por rotas, tales como "Está prohibida la presencia de individuos del sexo contrario en las habitaciones a partir de medianoche" o "No está permitido el consumo de alcohol o substancias de similares características dentro del recinto".
Naturalmente, nadie esperaba lo que se avecinaba.

Apenas una semana después de la inauguración de un nuevo curso, los medios de comunicación asediaban el campus de Brighton, acosando con sus preguntas a estudiantes, profesores y personal en general, sedientos de noticias frescas tras hacerse público el rumor del asesinato-nada más y nada menos que colgada de la bandera-de la joven e introvertida estudiante Lucy Clearwater.
Esta joven, de cuya existencia pocos eran conocedores por su carácter ensimismado y casi misterioso, resultó estar involucrada en extrañas investigaciones en lo referente a las hermandades y sus secretas ceremonias de ingreso, lo que, al ser descubierto por la policía tras su asesinato, convirtió el blog que la joven escribía, "The ghost",en todo un trofeo para la prensa.
En él, la joven relataba los más oscuros secretos de los miemebros de las respectivas hermandades, concluyendo con la frase "Confesad y guardaré silencio. Callad y seré yo quien hable" todas las actualizaciones, salvo la última, en la que escribió únicamente "Lo que está muerto no puede morir" en lo que la prensa había interpretado como un desafío a sus asesinos, cuyo crimen contra su persona-garantizaban pese a no tener pruebas específicas de ello-se temía ya. 
La historia dio la vuelta al globo en tan solo unos días y no fueron pocos los padres que, asustados, retiraron la matrículas de sus hijos, sembrando la duda en todos aquellos que prefirieron no sumarse a la histeria colectiva.Una histeria que, por otra parte, se contrarrestó con la calma que reinó entre los líderes de las hermandades, principales sospechosos. "The Ghost" había dejado de estar entre sus preocupaciones y ellos podían seguir adelante con sus vidas llenas de éxito y popularidad.


-No puedo creer que no te hayas enterado aún de esto, Grahams-murmuraba Anthony,uno de los más prodigiosos estudiantes del lugar, sentándose a la mesa con el susodicho-prácticamente no se habla de otra cosa.
-No se trata de que no lo sepa, Sephard, sencillamente no quiero inmiscuirme.-explicaba Alek, intentando ignorarle- me parece ridículo ese impulso que os ha dado a todos de jugar a los detectives.
-¿Acaso te preocupa que podamos descubrir algo acerca de ti?
-Lo raro sería que no lo hubieseis hecho ya con tanto investigar sobre todo el mundo.
Efectivamente el asesinato de Lucy Clearwater y sus implicaciones con las hermandades habían despertado en muchos la curiosidad acerca de qué podría ocultar esa historia para que fuese necesario salvaguardarla hasta el extremo del homicidio.

Una respuesta que no tardó en llegar cuando, para asombro de todos, el blog reemprendió sus publicaciones con un nuevo nombre y firma, ganándose un lugar en boca de todos los estudiantes del campus:
Lucy's ghost, nombre de la susodicha página y pseudónimo bajo el que el autor o autora de la misma ocultaba su identidad había comenzado su aún inconclusa caza de brujas, rebelando cada semana uno de los más oscuros secretos, sumando cada vez más víctimas a su lista de afectados por sus confesiones.
Y mientras el revuelo y el morbo por lo descubierto envolvía a los menos involucrados con la parte más oscura del caso, los pocos restantes aprovechaban el escándalo para organizarse: nadie quiere ver manchado su expediente, su futuro, su honor o el de su hogar en el campus y no importa quién deba salir mal parado para evitarlo.

Viejas rencillas y sed de venganza se reavivan y fortalecen en el campus, las peleas entre las bandas pertenecientes a cada una de las diferentes universidades son cada vez más frecuentes y las ocasiones en que no concluyen con heridos graves son cada vez más escasas. Ningún lugar es ya seguro, las paredes ven y oyen y la confianza se ha convertido en un artículo de lujo cuyo precio puede ser incluso la vida.
¿Quieres salir con vida de aquí? Bien, elige un bando, duerme con un ojo abierto, no te fíes ni de tu sombra y pelea o escóndete, porque nunca se ha dicho con más razón eso de "sobrevivir a la universidad".